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Historia del libro español: Al Andalus




PARTE I: LA EDAD MEDIA.

Introducción

El periodo Visigodo y la Alta Edad Media

Al andalus

Los Beatos

La Baja Edad Media


Historia del libro español: Al Andalus

Mientras en los territorios cristianos del norte, los libros se concentraban en escasos refugios del saber en forma de monasterios, en el sur existía una amplia circulación de libros, librerías y era habitual encontrar libros en casas particulares. Las escuelas privadas abundaban sobre todo en las mezquitas, que lo hacían de manera gratuita. Los libros recorrían no sólo por la penínusula, sino hasta el lejano oriente.

Aunque analfabetos en su origen -Mahoma lo fue-, éstos pronto recuperaron el terreno perdido adoptando inventos chicnos como los molinos para obtener papel, sobre todo en Játiva, importante centro papelero durante siglos. Además, el lenguaje árabe al contrario que el cristiano, hacía de de la copia de los libros un proceso muy sencillo por la ausencia de vocales. Copias, que en muchas ocasiones eran realizadas por las mujeres (algo inaudito en tierras cristianas).

Aunque el Corán por razones evidentes fue uno de los libros más copiados y difundidos, los árabes no sólo se limitaron al libro religioso, sino que fueron muy prolíficos en poesía, filosofía, historia, geografía, astronomía, medicina o matemáticas. Por otro lado, la mayoría de las mezquitas disponían de una biblioteca y una escuela donde se enseñaba la lectura del Corán.

historia libro antiguo alandalus Merece especial atención el libro aljamiado por un lado, escrito en castellano con letras árabes y el monumental, desarrollado en las paredes y fuentes de las mezquitas. Para darse una idea de la riqueza cultural Andalusí, basta decir que la biblioteca de al-Hakam II (hijo de Abd al-Rahmán III, Califa de Córdoba) alcanzó la cifra de 400.000 volúmenes según los cronistas de la época. A pesar de ser sin duda, una cifra exagerada, hay que rendirse a la evidencia que la cultura se propagó de una manera muy diferente en los reinos cristianos del norte y en los califatos del sur.

Sin duda, las bibliotecas árabes conocieron un auge notable en esta época, tanto por la elevada alfabetización del mundo musulmán de entonces (su cultura, basada en el Corán, considera como deber del creyente enseñar a leer y escribir como medio para difundir la palabra de Dios), como por su conocimiento del papel

Las visicitudes históricas han hecho desaparecer los restos de las bibliotecas que pudieran haber llegado hasta nosotros. El fanatismo religioso de la plebe destruyó muchos libros en algaradas a la que siguieron en el siglo XI la invasión de almorávides y almohades, pueblos africanos muy fanáticos, enemigos de las clases cultas siendo los libros las primeras víctimas de su barbarie.


Finalmente, al término de la Reconquista, tras la caida del reino de Granada, también hubo una destrucción masiva de libros árabes ordenadas por el Cardenal Cisneros y Juana la Loca con el fin de apagar cualquier rescoldo de dominación musulmana. Es de suponer que algunos pasarían a los emigrados y fugitivos al norte de África o al extremo Oriente, de donde proceden las obras que actualmente integran las colecciones árabes como la del Escorial, creadas posteriormente.

Difficile est tenere quae acceperis nisi exerceas - Es difícil retener lo aprendido, a menos que lo practiques
Plinio 'El Viejo'.

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